Los Juzgados de Familia son los encargados, en aquellas ciudades en las que existen, de forma exclusiva y excluyente de tratar los litigios legales relacionados con separaciones, divorcios o nulidades matrimoniales y también los relativos a la patria potestad de los hijos menores.
No hay Juzgados de Familia en todas las ciudades, solo en aquellas que tienen una mayor población, aunque hay presiones para abrir más de estas salas en algunas ciudades importantes que todavía carecen de uno. Donde no hay estos juzgados el caso es llevado por el Juzgado de Primera Instancia.
Este tipo de juzgados al estar especializados en separaciones y custodias aportan una doble ventaja. Por un lado, ayudan a que estos juicios puedan llevarse a cabo antes, al no tener que ponerse en cola junto con todo tipo de casos que se llevan a cabo por un Juzgado de Primera Instancia.
Esto es particularmente importante en el caso de custodias de menores, donde una sentencia rápida es tan necesaria.
Por otro lado, estos juzgados están especializados en este tipo de problemas y su personal, por tanto, también lo está. Al amparo de los mismos se pueden poner a funcionar servicios tan importantes como los de Mediación Familiar, que ya se están llevado a cabo, por ejemplo, en Madrid.
Las oficinas de Mediación Familiar son muy útiles para asesorar a la ex pareja cuando ambos miembros están de acuerdo. Dado que las personas que trabajan allí son totalmente imparciales, ambos pueden confiar en su criterio y permitirles mediar en los problemas que surjan para la disolución del matrimonio y para la custodia de los hijos.
Gracias a esta intervención pueden evitarse muchos problemas y llegarse a acuerdos de forma muy civilizada, de modo que todo el mundo acabe satisfecho y no haya lugar a discusiones que solo alargan los procesos y hacen daño a todas las partes implicadas.
Esto tiene una especial importancia en el caso de los niños, que tan a menudo acaban sirviendo como arma para hacer daño a la otra persona en el caso de separación, cuando deberían de ser protegidos por todas las partes, que deberían de pensar principalmente en su bienestar.
Gracias al trabajo de estos juzgados es posible conseguir acuerdos para custodias compartidas que seguramente serían difíciles de plantear hace pocos años y que paso a paso, se están convirtiendo en una alternativa cada vez más tenida en cuenta.
