El aprendizaje de un idioma permite desarrollar un amplio bagaje de competencias, algo beneficioso para la carrera profesional y las posibilidades de encontrar empleo. Igualmente permite desarrollar la creatividad, las competencias en comunicación, y estrategias de aprendizaje eficaces. Aprender idiomas incrementa a la vez las competencias cognitivas y las competencias prácticas, como ocurre en academia b1.
Autor: geralt-Pixabay
Aprender un idioma extranjero permite abrir nuevas oportunidades de trabajo o desarrollar una nueva actividad profesional, puesto que comunicarse con clientes potenciales en su propia lengua puede resultar ser toda la diferencia.
Desarrollo personal
Aprender un idioma presenta también la ventaja clave para el desarrollo personal y social, así como la satisfacción personal, que aparece como siendo la razón mayor a la hora de motivar a los alumnos para adentrarse en otro idioma. Además, los idiomas permiten que las personas tengan mayor movilidad, tanto en su vida profesional, como en su vida de ocio. Un idioma extranjero es divertido, y hablarlo posibilita que los viajes sean más agradables y enriquecedores.
El aprendizaje de otro idioma es beneficioso en cuanto tal, y permite una mejor comprensión de las cuestiones contemporáneas tales como la diversidad, la mundialización, el multilingüismo y la cohesión social. Las personas que hablan varias lenguas pueden contribuir de forma positiva a la evolución de las relaciones internacionales o la seguridad nacional.
Idiomas y globalización
El multilingüismo se encuentra en el corazón mismo de las instituciones tales como la Unión Europea. Aprender otro idioma es un mundo de posibilidades dentro de la globalización de hoy en día, y permite comprender la diversidad en el seno de la sociedad en la que se vive. Igualmente, permite adquirir competencias interculturales que se aplican en todo contexto multilingüe y multicultural.
La capacidad de hablar otra lengua permite no solamente desmarcarse del resto, sino aumentar considerablemente la cantidad de posibilidades que se abren ante cada persona. Vivimos en una sociedad cada vez más globalizada, donde la mayoría de los empresarios son sociedades multinacionales que requieren empleados capaces de comunicarse fácilmente con otros contactos o con clientes internacionales.
Por consiguiente, una sensibilización intercultural y sólidas competencias en comunicación son auténticas herramientas de crecimiento personal. Por otro lado, los empleados políglotas tienen la flexibilidad y la movilidad de escoger dónde trabajar. Ciertamente no se ven limitados a un solo país, como ocurre con los empleados que tan solo hablan un idioma.
