Lisboa, la capital de Portugal, ofrece todo un abanico de posibilidades para disfrutar de ella en un fin de semana de escapada. A pesar de ser la capital del país, es una ciudad relativamente pequeña y muy fácil de recorrer a pie, así que es un plan ideal para visitar en un puente.
Ahí van las 5 cosas que puedes hacer para empaparte de la ciudad y disfrutar como un auténtico lisboeta.
1. Prueba su comida tradicional y sus dulces pasteles
Sí, Portugal tiene una gastronomía que nadie se negaría a probar; desde sus platos tradicionales como la cataplana de marisco, cualquiera de sus interminables formas de cocinar el bacalao o sus caldos verdes; hasta los postres más golosos típicos de Lisboa y que no puedes dejar de probar, porque querrás llevarte una caja para tu país de origen. Los más típicos son el pastéis de nata y la tarte de maçã, auténticas delicias golosas.
2. Ve a la playa
Los portugueses tienen kilómetros de playas increíbles que dan al Océano Atlántico en todo su esplendor y Lisboa es una de las pocas capitales en las que se puede ir a disfrutar de la brisa marina frente al mar, aunque ésta está presente en toda la ciudad.
Pero además, si dispones de tiempo, siempre puedes coger un tren en la estación de Cais do Sodré con destino Cascais, y parar en Estoril, en Caravelos o en el mismo Cascais para disfrutar de la playa favorita de los lisboetas.
La ciudad está ligada al mar en todos los sentidos, desde la gastronomía hasta la decoración; y es fácil encontrar adornos acuáticos en muchos bares y casas portuguesas.
3. Sal de fiesta
No es un secreto que Lisboa tiene una de las fiestas más salvajes, en las que puedes salir en clubs y pubs hasta el amanecer. Todas las fiestas empiezan en Barrio Alto, uno de los barrios que al caer la noche se transforma en un concurrido ir y venir de gente que entra en su multitud de bares y pubs y gente que se aglomera en la calle, disfrutando de las conversaciones con cervezas o sus famosas Caipirinhas.
4. Tómate un respiro
A los portugueses les gusta tomárselo con calma, no les gusta ir con prisas y les encanta disfrutar de los pequeños placeres de la vida. Sería una falta de respeto actuar con prisas delante de ellos, así que siéntate en una de sus pastelerías, pídete un café y disfruta viendo pasar a la gente, a charlar de la vida; en definitiva, a disfrutar de esos pequeños placeres de la vida como haría cualquier portugués.
5. Piérdete en la ciudad
Una de las mejores formas de conocer una ciudad es perderse en ella, caminar sin rumbo por sus calles. Y Lisboa es excelente para disfrutar de un paseo, deambulando por sus estrechas calles en el medieval barrio del Alfama.
Abre los ojos y combina los puntos 1 y 4 explicados anteriormente para disfrutar de Lisboa como lo haría un auténtico lisboeta.